dimecres, 27 d’abril del 2011

Día 4: Mont Saint Michel- Cancale - Saint Maló

Hoy nos hemos levantado a las 8 de la mañana. Nos esperaba un buen desayuno en casa de Sally y Michael: repostería, tostadas con cuatro tipos de mermeladas, cereales, yogures y fruta. Teníamos que coger fuerzas que nos esperaba un largo y duro día por delante. 
Nuestro principal y primer objetivo era llegar hasta Le Mont Saint Michel, a poco menos de 100 km. de nuestro B&B. Todo el camino fue bien hasta que llegamos a 3 km. del famoso pueblo. La caravana de coches que querían entrar al parking era impresionante. De todos modos, están tan acostumbrados y son tan profesionales que en un abrir y cerrar de ojos ya habíamos aparcado a poco más de un kilómetro del pueblo. Aprovechamos el camino para hacer unas cuantas fotos desde fuera del pueblo, que a posteriori fueron las mejores.


Le Mont Saint Michel, la segunda atracción turística francesa más visitada cada año después de la torre Eiffel, estaba abarrotada de gente, y eso que se trataba de un martes en teoría laborable. Había una gran cantidad de padres con unos hijos que sospechosamente no tenían colegio este día. La verdad es que con tanta gente pierde mucho de su atractivo, estábamos más preocupados por escapar de las aglomeraciones que de disfrutar de la belleza de un pueblo que se ha convertido en un centro comercial de estilo medieval. Además, nos fuimos sin visitar la abadía pues la cola para entrar era de impresión.


Como curiosidad, antes de salir nos encontramos con un restaurante, Madame Poulard, donde preparaban sus famosas omelettes en directo para todo el público que quisiera verlo, batiendo los huevos de forma rítmica. Eso sí, las tortillas posteriores se pagaban a precio de oro, era un restaurante carísimo.


Como no estábamos para semejante dispendio, nos fuimos hasta Cancale, un pueblo costero al este de Le Mont Saint Michel, a ver si comíamos unas ostras (bueno, Jose, a mí no me gustan). Después de mirar un poco nos decidimos por uno que tenía en su interior unos preciosos cuadros: A contre courant. Por unos 45 euros en total, comimos dos menús que incluían media docena de ostras, tagliatela con salmón y un postre, en nuestro caso arroz con leche y creme brulée (muy parecida a la crema catalana). Las ostras, según Jose, estaban buenísimas, y se quedó con ganas de más. 


Después de dar una gran vuelta por Cancale para bajar la comida nos fuimos hasta Saint Malo. Es un pueblo bretón muy pintoresco, con una gran muralla que lo rodea. Nos pareció un pueblo perfecto para alojarse unos días y tenerlo como "punto de salida" para diferentes excursiones por la zona de la Bretaña.




Después de Saint Malo ya se nos hizo tarde y nos fuimos directos hasta Torigni sur Vire, para cenar en una pizzería. Yo me comí un calzone y Jose una pizza bien grande. En total nos costó unos 25 euros con la bebida (Kronenbourg sin alcohol y coca cola). Y después ya nos volvimos al B&B, donde entablamos conversación con Michael, Sally y la pareja de alemanes que también se hospedan aquí.

Mañana toca madrugar para ir a la zona del Desembarco de Normandía.

4 comentaris:

  1. A disfrutarrrrr que envidia !!! yo quiero volverrrrrrr

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  2. Vaya morro, seguro que estás con un bronceado al estilo Laporta tope de Pauer, juas!!!

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  3. ei, no sabía que habíais dormido 2 noches en el mismo lugar!!!! Le Mont Saint michel tiene muy buena pinta, lástima de la gente!

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  4. Dos no, cuatro, jejeje. Le Mont Saint Michel es impactante ya nada más divisarlo. Lástima del turismo

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